Blogia
Haikus al despertar

19 días y 500 noches...

Es el día después de dormir con ella, de acariciarla y besarla... En realidad hubo un día en medio pero ese no se hizo largo ni pesado, porque como no dormi nada en toda la noche no pude apreciar que había cambiado de día, por lo que fue un día largo e intenso, extraño como la nieve en medio del desierto, dulce y suave como la mantequilla recién extendida sobre la tostadas por la mañana, increible e inesperado. Fue un día círculo, en el mismo día empezamos con besos y acabamos con palabras y con abrazos complices...No sé que pensar. Prefiero no pensar. Hay en mi interior sentimientos mezclados, la alegría por lo que pasó, porque pasara lo que menos me esperaba (aunque fue seguido de una serie de señas y de sucesos concatenados que se sucedieron en las ultimas semanas y horas)y la amargura porque acabó igual de rápido que empezó. Aunque como dice Pawel, luego queda un recuerdo dulce...Y lo cierto es que lo que ha pasado tiene mucho sentido, y es como una bendición que nos asegura que las cosas suceden en el orden que deben suceder, y que de cada semilla brotará una vida, y nos asegura que obtendremos besos de cada caricia que plantemos, pero al mismo tiempo me recuerda que todo sucede en su justa medida, sin milagros ni varita mágica, sino con sentimentos detrás, que son sinceros. No le dije ninguna mentira esa noche, ni ella a mi tampoco, pero el lenguaje de los besos y las caricias a penas lo conozco y siempre me gusta pensar que algún día me iré a vivir al país de las noches en compañía, de las sábanas cómplices, de las almohadas compartidas, de los abrazos que atraviesan la noche y amancen húmedos y calientes, de las sonrisas-espejo, del alma al aire...

2 comentarios

paqui -

tal y como lo describes tendré que dejar de ser escéptica!!!

Anónimo -

Chaval, te veo llamado a escribir un día.Guarda todo esto porque un día acudirás como a una fuente... y si no, guárdalo para mi. tq.