Miradas oblicuas
Hay una historia del maestro Gibran en su libro "El Loco", que me fascina desde hace años. Se llama El Ojo:
<< Cierto dia el ojo dijo:
-Más allá de estos valles veo una montaña envuelta en un azul velo de niebla. ¿No es hermosa?
El oido oyó ésto, y tras escuchar atentamente dijo:
-Pero,¿dónde está esa montaña? no la oigo…
Luego, la mano exclamó:
-en vano trato de sentirla y tocarla;no encuentro ninguna montaña!
Y la nariz gritó:
-No hay ninguna montaña por aqui; no la huelo...
Luego, el ojo se volvió hacia el otro lado, y los demás sentidos empezaron a murmurar sobre la extraña alucinación del ojo.Y decian entre si:
-¡Algo debe de andar mal en ese ojo! >>
... Cada vez me gusta más esa paradoja. Con el tiempo he ido descubriendo que hay miradas que primero se leen y se escuchan y luego se huelen, se tocan y se reconocen; que hay ríos de agua sedienta que te beben gota a gota, que hay frases que se te escapan de las manos y luego acaban revoloteando en tu oreja, venidas de otros labios; que hay huidas que te llevan a ti mismo y puertas que te invitan a cruzarlas; sonidos que te acarician y sonrisas que te alimentan; huecos que te ayudan a comprender y dudas que te mantienen firme... y todo tipo de lenguajes y mil estrellas que te rodean a diario, que sólo podemos percibir con miradas oblícuas...
Imagen: Ojo fotográfico
3 comentarios
paqui -
besicoss chiki, gracias por descubrir relatos tan bonitos
kuki -
(... Como parra de viernes mañanera no está nada mal!!!! ...)
Mu bonito Javi.
Gam -