Blogia
Haikus al despertar

Murcia antigua

Murcia antigua

Gracias a Kuki, he encontrado fotos antiguas en el enlace con el grabado del malecón, y me han encantado. Se ve un río vivo, con bosque de ribera, en estado virgen, ganado cruzándolo, gente que vive con y del río, en sus orillas, con sus crecidas, como si el río inspirara a veces muy profundamente y nos invadiera con sus aguas al espirar... Vivíamos al pulso del río, igual que lo han hecho generaciones durante milenios, desde los orígenes de los asentamientos humanos. Y ese compás nos guiaba en nuestra vida individual y común, como una cantinela simple pero constante que nos tranquiliza el corazón. El ritmo de la naturaleza no nos es ajeno, y no podemos creernos fuera o aislados de ella. El búho nos mira desde lo alto de la rama seca, el río gime dentro de los acanalamientos, el viento sigue silbando en los valles y las montañas ven desfigurarse el paisaje a sus pies, cuando no en su propias lomas. Desde las cumbres se ve todo más claro, dentro del agua oímos el rumor del río y sentimos el cosquilleo de sus aguas, pero fuera, entre el asfalto, sólo podemos intuir ese ritmo ancestral cuando miramos hacia dentro. Es entonces cuando, sin saber muy bien por qué, añoramos la orilla del río, la visión de la montaña, la playa junto al humedal costero, la estepa dorada que esconde rapaces, el matorral que viste las lomas... y simplemente nos sentimos perdidos en medio del asfalto.

La imagen es de una diligencia junto al río Segura.

1 comentario

kuki -

¿Sabes? El sábado paseando por la huerta me alejé un poco de la orilla del río y encontré un árbol con aspecto seco repleto de bolitas por todas sus ramas... al acercarme vi que eran caracoles.

Me encantó... y me pareció un esfuerzo por la vida dentro que una huerta que, quizás, se muere.