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Haikus al despertar

Una introducción antropológica a youtube

Pirates love fish

¿y los cuentos de piratas que nos contaban en la tele hace nada?... con lo que me gustaban a mi las pelis de piratas... y resulta que los somalíes y keniatas sólo quieren pescar en sus aguas... y resulta que estábamos esquilmando sus mares... porque claro, ya hemos esquilmados los nuestros... aaaaahh, ahora sé quienes son los piratas!!! Mañana salgo con barba y parche  ; )

Ashes and Snow

No me canso de ver esta película de Gregory Colbert. Es un poema y un regalo del autor en el que nos enseña nuestro cordón umbilical con la naturaleza, la fuerza y sabiduría que nos transmiten nuestros hermanos animales y la danza en la que estamos inmersos, seamos más o menos conscientes... es una forma de meditar abrazando, descansando y bailando con ellos, con el viento y con el agua. También es una forma de comprendernos y amarnos...

Training

Piedra de Sol, Octavio Paz

un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
                                  un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo,

un caminar entre las espesuras
de los días futuros y el aciago
fulgor de la desdicha como un ave
petrificando el bosque con su canto
y las felicidades inminentes
entre las ramas que se desvanecen,
horas de luz que pican ya los pájaros,
presagios que se escapan de la mano,

una presencia como un canto súbito,
como el viento cantando en el incendio,
una mirada que sostiene en vilo
al mundo con sus mares y sus montes,
cuerpo de luz filtrado por un ágata,
piernas de luz, vientre de luz, bahías,
roca solar, cuerpo color de nube,
color de día rápido que salta,
la hora centellea y tiene cuerpo,
el mundo ya es visible por tu cuerpo,
es transparente por tu transparencia,

voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
oh bosque de pilares encantados,
bajo los arcos de la luz penetro
los corredores de un otoño diáfano,

voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño de esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,

corredores sin fin de la memoria,
puertas abiertas a un salón vacío
donde se pudren todos lo veranos,
las joyas de la sed arden al fondo,
rostro desvanecido al recordarlo,
mano que se deshace si la toco,
cabelleras de arañas en tumulto
sobre sonrisas de hace muchos años,

a la salida de mi frente busco,
busco sin encontrar, busco un instante,
un rostro de relámpago y tormenta
corriendo entre los árboles nocturnos,
rostro de lluvia en un jardín a obscuras,
agua tenaz que fluye a mi costado,

busco sin encontrar, escribo a solas,
no hay nadie, cae el día, cae el año,
caigo en el instante, caigo al fondo,
invisible camino sobre espejos
que repiten mi imagen destrozada,
piso días, instantes caminados,
piso los pensamientos de mi sombra,
piso mi sombra en busca de un instante,

busco una fecha viva como un pájaro,
busco el sol de las cinco de la tarde
templado por los muros de tezontle:
la hora maduraba sus racimos
y al abrirse salían las muchachas
de su entraña rosada y se esparcían
por los patios de piedra del colegio,
alta como el otoño caminaba
envuelta por la luz bajo la arcada
y el espacio al ceñirla la vestía
de un piel más dorada y transparente,

tigre color de luz, pardo venado
por los alrededores de la noche,
entrevista muchacha reclinada
en los balcones verdes de la lluvia,
adolescente rostro innumerable,
he olvidado tu nombre, Melusina,
Laura, Isabel, Perséfona, María,
tienes todos los rostros y ninguno,
eres todas las horas y ninguna,
te pareces al árbol y a la nube,
eres todos los pájaros y un astro,
te pareces al filo de la espada
y a la copa de sangre del verdugo,
yedra que avanza, envuelve y desarraiga
al alma y la divide de sí misma,

escritura de fuego sobre el jade,
grieta en la roca, reina de serpientes,
columna de vapor, fuente en la peña,
circo lunar, peñasco de las águilas,
grano de anís, espina diminuta
y mortal que da penas inmortales,
pastora de los valles submarinos
y guardiana del valle de los muertos,
liana que cuelga del cantil del vértigo,
enredadera, planta venenosa,
flor de resurrección, uva de vida,
señora de la flauta y del relámpago,
terraza del jazmín, sal en la herida,
ramo de rosas para el fusilado,
nieve en agosto, luna del patíbulo,
escritura del mar sobre el basalto,
escritura del viento en el desierto,
testamento del sol, granada, espiga,

rostro de llamas, rostro devorado,
adolescente rostro perseguido
años fantasmas, días circulares
que dan al mismo patio, al mismo muro,
arde el instante y son un solo rostro
los sucesivos rostros de la llama,
todos los nombres son un solo nombre
todos los rostros son un solo rostro,
todos los siglos son un solo instante
y por todos los siglos de los siglos
cierra el paso al futuro un par de ojos,

no hay nada frente a mí, sólo un instante
rescatado esta noche, contra un sueño
de ayuntadas imágenes soñado,
duramente esculpido contra el sueño,
arrancado a la nada de esta noche,
a pulso levantado letra a letra,
mientras afuera el tiempo se desboca
y golpea las puertas de mi alma
el mundo con su horario carnicero,

sólo un instante mientras las ciudades,
los nombres, lo sabores, lo vivido,
se desmoronan en mi frente ciega,
mientras la pesadumbre de la noche
mi pensamiento humilla y mi esqueleto,
y mi sangre camina más despacio
y mis dientes se aflojan y mis ojos
se nublan y los días y los años
sus horrores vacíos acumulan,

mientras el tiempo cierra su abanico
y no hay nada detrás de sus imágenes
el instante se abisma y sobrenada
rodeado de muerte, amenazado
por la noche y su lúgubre bostezo,
amenazado por la algarabía
de la muerte vivaz y enmascarada
el instante se abisma y se penetra,
como un puño se cierra, como un fruto
que madura hacia dentro de sí mismo
y a sí mismo se bebe y se derrama
el instante translúcido se cierra
y madura hacia dentro, echa raíces,
crece dentro de mí, me ocupa todo,
me expulsa su follaje delirante,
mis pensamientos sólo son su pájaros,
su mercurio circula por mis venas,
árbol mental, frutos sabor de tiempo,

oh vida por vivir y ya vivida,
tiempo que vuelve en una marejada
y se retira sin volver el rostro,
lo que pasó no fue pero está siendo
y silenciosamente desemboca
en otro instante que se desvanece:

frente a la tarde de salitre y piedra
armada de navajas invisibles
una roja escritura indescifrable
escribes en mi piel y esas heridas
como un traje de llamas me recubren,
ardo sin consumirme, busco el agua
y en tus ojos no hay agua, son de piedra,
y tus pechos, tu vientre, tus caderas
son de piedra, tu boca sabe a polvo,
tu boca sabe a tiempo emponzoñado,
tu cuerpo sabe a pozo sin salida,
pasadizo de espejos que repiten
los ojos del sediento, pasadizo
que vuelve siempre al punto de partida,
y tú me llevas ciego de la mano
por esas galerías obstinadas
hacia el centro del círculo y te yergues
como un fulgor que se congela en hacha,
como luz que desuella, fascinante
como el cadalso para el condenado,
flexible como el látigo y esbelta
como un arma gemela de la luna,
y tus palabras afiladas cavan
mi pecho y me despueblan y vacían,
uno a uno me arrancas los recuerdos,
he olvidado mi nombre, mis amigos
gruñen entre los cerdos o se pudren
comidos por el sol en un barranco,

no hay nada en mí sino una larga herida,
una oquedad que ya nadie recorre,
presente sin ventanas, pensamiento
que vuelve, se repite, se refleja
y se pierde en su misma transparencia,
conciencia traspasada por un ojo
que se mira mirarse hasta anegarse
de claridad:
                         yo vi tu atroz escama,
Melusina, brillar verdosa al alba,
dormías enroscada entre las sábanas
y al despertar gritaste como un pájaro
y caíste sin fin, quebrada y blanca,
nada quedó de ti sino tu grito,
y al cabo de los siglos me descubro
con tos y mala vista, barajando
viejas fotos:
                         no hay nadie, no eres nadie,
un montón de ceniza y una escoba,
un cuchillo mellado y un plumero,
un pellejo colgado de unos huesos,
un racimo ya seco, un hoyo negro
y en el fondo del hoyo los dos ojos
de una niña ahogada hace mil años,

miradas enterradas en un pozo,
miradas que nos ven desde el principio,
mirada niña de la madre vieja
que ve en el hijo grande un padre joven,
mirada madre de la niña sola
que ve en el padre grande un hijo niño,
miradas que nos miran desde el fondo
de la vida y son trampas de la muerte
¿o es al revés: caer en esos ojos
es volver a la vida verdadera?,

¡caer, volver, soñarme y que me sueñen
otros ojos futuros, otra vida,
otras nubes, morirme de otra muerte!
esta noche me basta, y este instante
que no acaba de abrirse y revelarme
dónde estuve, quién fui, cómo te llamas,
cómo me llamo yo:
                                        ¿hacía planes
para el verano? -y todos los veranos-
en Christopher Street, hace diez años,
con Filis que tenía dos hoyuelos
donde bebían luz los gorriones?,
¿por la Reforma Carmen me decía
«no pesa el aire, aquí siempre es octubre»,
o se lo dijo a otro que he perdido
o yo lo invento y nadie me lo ha dicho?,
¿caminé por la noche de Oaxaca,
inmensa y verdinegra como un árbol,
hablando solo como el viento loco
y al llegar a mi cuarto ?siempre un cuarto?
no me reconocieron los espejos?,
¿desde el hotel Vernet vimos al alba
bailar con los castaños ? "ya es muy tarde"
decías al peinarte y yo veía
manchas en la pared, sin decir nada?,
¿subimos juntos a la torre, vimos
caer la tarde desde el arrecife?
¿comimos uvas en Bidart?, ¿compramos
gardenias en Perote?,
                                             nombres, sitios,
calles y calles, rostros, plazas, calles,
estaciones, un parque, cuartos solos,
manchas en la pared, alguien se peina,
alguien canta a mi lado, alguien se viste,
cuartos, lugares, calles, nombres, cuartos,

Madrid, 1937,
en la Plaza del Ángel las mujeres
cosían y cantaban con sus hijos,
después sonó la alarma y hubo gritos,
casas arrodilladas en el polvo,
torres hendidas, frentes esculpidas
y el huracán de los motores, fijo:
los dos se desnudaron y se amaron
por defender nuestra porción eterna,
nuestra ración de tiempo y paraíso,
tocar nuestra raíz y recobrarnos,
recobrar nuestra herencia arrebatada
por ladrones de vida hace mil siglos,
los dos se desnudaron y besaron
porque las desnudeces enlazadas
saltan el tiempo y son invulnerables,
nada las toca, vuelven al principio,
no hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres,
verdad de dos en sólo un cuerpo y alma,
oh ser total...
                            cuartos a la deriva
entre ciudades que se van a pique,
cuartos y calles, nombres como heridas,
el cuarto con ventanas a otros cuartos
con el mismo papel descolorido
donde un hombre en camisa lee el periódico
o plancha una mujer; el cuarto claro
que visitan las ramas de un durazno;
el otro cuarto: afuera siempre llueve
y hay un patio y tres niños oxidados;
cuartos que son navíos que se mecen
en un golfo de luz; o submarinos:
el silencio se esparce en olas verdes,
todo lo que tocamos fosforece;
mausoleos de lujo, ya roídos
los retratos, raídos los tapetes;
trampas, celdas, cavernas encantadas,
pajareras y cuartos numerados,
todos se transfiguran, todos vuelan,
cada moldura es nube, cada puerta
da al mar, al campo, al aire, cada mesa
es un festín; cerrados como conchas
el tiempo inútilmente los asedia,
no hay tiempo ya, ni muro: ¡espacio, espacio,
abre la mano, coge esta riqueza,
corta los frutos, come de la vida,
tiéndete al pie del árbol, bebe el agua!,

todo se transfigura y es sagrado,
es el centro del mundo cada cuarto,
es la primera noche, el primer día,
el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de los bancos y las cárceles,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
el sermón monocorde de las armas,
el escorpión meloso y con bonete,
el tigre con chistera, presidente
del Club Vegetariano y la Cruz Roja,
el burro pedagogo, el cocodrilo
metido a redentor, padre de pueblos,
el Jefe, el tiburón, el arquitecto
del porvenir, el cerdo uniformado,
el hijo predilecto de la Iglesia
que se lava la negra dentadura
con el agua bendita y toma clases
de inglés y democracia, las paredes
invisibles, las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo,
                                                 se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;

amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan las alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
                                               el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres:
"déjame ser tu puta", son palabras
de Eloísa, mas él cedió a las leyes,
la tomó por esposa y como premio
lo castraron después;
                                             mejor el crimen,
los amantes suicidas, el incesto
de los hermanos como dos espejos
enamorados de su semejanza,
mejor comer el pan envenenado,
el adulterio en lechos de ceniza,
los amores feroces, el delirio,
su yedra ponzoñosa, el sodomita
que lleva por clavel en la solapa
un gargajo, mejor ser lapidado
en las plazas que dar vuelta a la noria
que exprime la substancia de la vida,
cambia la eternidad en horas huecas,
los minutos en cárceles, el tiempo
en monedas de cobre y mierda abstracta;

mejor la castidad, flor invisible
que se mece en los tallos del silencio,
el difícil diamante de los santos
que filtra los deseos, sacia al tiempo,
nupcias de la quietud y el movimiento,
canta la soledad en su corola,
pétalo de cristal en cada hora,
el mundo se despoja de sus máscaras
y en su centro, vibrante transparencia,
lo que llamamos Dios, el ser sin nombre,
se contempla en la nada, el ser sin rostro
emerge de sí mismo, sol de soles,
plenitud de presencias y de nombres;

sigo mi desvarío, cuartos, calles,
camino a tientas por los corredores
del tiempo y subo y bajo sus peldaños
y sus paredes palpo y no me muevo,
vuelvo donde empecé, busco tu rostro,
camino por las calles de mí mismo
bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
caminas como un árbol, como un río
caminas y me hablas como un río,
creces como una espiga entre mis manos,
lates como una ardilla entre mis manos,
vuelas como mil pájaros, tu risa
me ha cubierto de espumas, tu cabeza
es un astro pequeño entre mis manos,
el mundo reverdece si sonríes
comiendo una naranja,
                                                el mundo cambia
si dos, vertiginosos y enlazados,
caen sobre las yerba: el cielo baja,
los árboles ascienden, el espacio
sólo es luz y silencio, sólo espacio
abierto para el águila del ojo,
pasa la blanca tribu de las nubes,
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma,
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso,

no pasa nada, callas, parpadeas
(silencio: cruzó un ángel este instante
grande como la vida de cien soles),
¿no pasa nada, sólo un parpadeo?
y el festín, el destierro, el primer crimen,
la quijada del asno, el ruido opaco
y la mirada incrédula del muerto
al caer en el llano ceniciento,
Agamenón y su mugido inmenso
y el repetido grito de Casandra
más fuerte que los gritos de las olas,
Sócrates en cadenas" (el sol nace,
morir es despertar: "Critón, un gallo
a Esculapio, ya sano de la vida"),
el chacal que diserta entre las ruinas
de Nínive, la sombra que vio Bruto
antes de la batalla, Moctezuma
en el lecho de espinas de su insomnio,
el viaje en la carretera hacia la muerte
?el viaje interminable mas contado
por Robespierre minuto tras minuto,
la mandíbula rota entre las manos?,
Churruca en su barrica como un trono
escarlata, los pasos ya contados
de Lincoln al salir hacia el teatro,
el estertor de Trotsky y sus quejidos
de jabalí, Madero y su mirada
que nadie contestó: ¿por qué me matan?,
los carajos, los ayes, los silencios
del criminal, el santo, el pobre diablo,
cementerio de frases y de anécdotas
que los perros retóricos escarban,
el delirio, el relincho, el ruido obscuro
que hacemos al morir y ese jadeo
que la vida que nace y el sonido
de huesos machacados en la riña
y la boca de espuma del profeta
y su grito y el grito del verdugo
y el grito de la víctima...
                                                   son llamas
los ojos y son llamas lo que miran,
llama la oreja y el sonido llama,
brasa los labios y tizón la lengua,
el tacto y lo que toca, el pensamiento
y lo pensado, llama el que lo piensa,
todo se quema, el universo es llama,
arde la misma nada que no es nada
sino un pensar en llamas, al fin humo:
no hay verdugo ni víctima...
                                                           ¿y el grito
en la tarde del viernes?, y el silencio
que se cubre de signos, el silencio
que dice sin decir, ¿no dice nada?,
¿no son nada los gritos de los hombres?,
¿no pasa nada cuando pasa el tiempo?

no pasa nada, sólo un parpadeo
del sol, un movimiento apenas, nada,
no hay redención, no vuelve atrás el tiempo,
los muerto están fijos en su muerte
y no pueden morirse de otra muerte,
intocables, clavados en su gesto,
desde su soledad, desde su muerte
sin remedio nos miran sin mirarnos,
su muerte ya es la estatua de su vida,
un siempre estar ya nada para siempre,
cada minuto es nada para siempre,
un rey fantasma rige sus latidos
y tu gesto final, tu dura máscara
labra sobre tu rostro cambiante:
el monumento somos de una vida
ajena y no vivida, apenas nuestra,

-¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuando somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos
la vida ?pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos?,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos,

Eloísa, Perséfona, María,
muestra tu rostro al fin para que vea
mi cara verdadera, la del otro,
mi cara de nosotros siempre todos,
cara de árbol y de panadero,
de chofer y de nube y de marino,
cara de sol y arroyo y Pedro y Pablo,
cara de solitario colectivo,
despiértame, ya nazco:
                                                 vida y muerte
pactan en ti, señora de la noche,
torre de claridad, reina del alba,
virgen lunar, madre del agua madre,
cuerpo del mundo, casa de la muerte,
caigo sin fin desde mi nacimiento,
caigo en mí mismo sin tocar mi fondo,
recógeme en tus ojos, junta el polvo
disperso y reconcilia mis cenizas,
ata mis huesos divididos, sopla
sobre mi ser, entiérrame en tu tierra,
tu silencio dé paz al pensamiento
contra sí mismo airado;
                                                 abre la mano,
señora de semillas que son días,
el día es inmortal, asciende, crece,
acaba de nacer y nunca acaba,
cada día es nacer, un nacimiento
es cada amanecer y yo amanezco,
amanecemos todos, amanece
el sol cara de sol, Juan amanece
con su cara de Juan cara de todos,

puerta del ser, despiértame, amanece,
déjame ver el rostro de este día,
déjame ver el rostro de esta noche,
todo se comunica y transfigura,
arco de sangre, puente de latidos,
llévame al otro lado de esta noche,
adonde yo soy tú somos nosotros,
al reino de pronombres enlazados,

puerta del ser: abre tu ser, despierta,
aprende a ser también, labra tu cara,
trabaja tus facciones, ten un rostro
para mirar mi rostro y que te mire,
para mirar la vida hasta la muerte,
rostro de mar, de pan, de roca y fuente,
manantial que disuelve nuestros rostros
en el rostro sin nombre, el ser sin rostro,
indecible presencia de presencias...

quiero seguir, ir más allá, y no puedo:
se despeñó el instante en otro y otro,
dormí sueños de piedra que no sueña
y al cabo de los años como piedras
oí cantar mi sangre encarcelada,
con un rumor de luz el mar cantaba,
una a una cedían las murallas,
todas las puertas se desmoronaban
y el sol entraba a saco por mi frente,
despegaba mis párpados cerrados,
desprendía mi ser de su envoltura,
me arrancaba de mí, me separaba
de mi bruto dormir siglos de piedra
y su magia de espejos revivía
un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:

México, 1957

Viajes-sueño

Estar de viaje es para mí una actitud, un estado excepcional en el que te encuentras fuera de tu entorno, cambian las reglas, cambias tus hábitos, incluso el idioma y la gente que te rodea. Estoy en estado de alerta, más receptivo que habitualmente: porque es necesario y porque tengo más curiosidad. Los viajes suelen ser algo temporal. Aunque me atrae poderosamente la idea de estar siempre de viaje, nunca me he imaginado a mi mismo en serio viviendo toda la vida en otro lugar distinto a mi ciudad natal. Aunque eso ya no sería un viaje... ¿O sí? Supongo que la rutina y las señales conocidas y habituales, de todo tipo, son lo que marcan la diferencia entre tu lugar de origen y cualquier otro. Así que será cuestión de tiempo y de cada cual el acostumbrarse a unas nuevas o no. Lo cierto es que los viajes me dan un tipo de libertad que no encuentro muchas veces en el lugar donde vivo. Creo que es el mismo tipo de libertad que intuyo en mis sueños cuando soy capaz de vivenciarlos o de acordarme de ellos. En parte soy  presa de los viajes, al igual que de los sueños. Algún mecanismo me atrae poderosamente hacia ellos y me fuerza a vivirme de otra forma: vivir situaciones que no siempre entiendo pero con las que me identifico, que me resuenan, que no me dejan indiferente. Ver cosas que no siempre veo, con perspectiva, desde otro punto de vista. Son como cuentos, como juegos. Cambian las reglas, incluso durante el sueño-viaje... Y una vez que estás fuera... ya se sabe, aprovechas para conocer nuevos sitios desde allí!

 

Los sueños en los viajes son a su vez viajes dentro del viaje. A veces de vuelta...

 

Me vienen a la memoria dos jaikús que hablan de viajes y sueños:

 

"Es ya mi aldea un sueño en un viaje. Ave de paso"  Kyorai

 

"Sin mi viaje y sin la primavera, me habría perdido este amanecer"  Shiki

 

...y una cita que leí en un libro:

 

“Si un hombre atravesara el Paraíso en un sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado allí... y si al despertar encontrara esa flor en la mano, ¿entonces, qué?"  Samuel Taylor Coleridge

Utopía (Alex Ruiz & Lucho Iglesias)

Aún no he podido ver este documental, pero he encontrado el trailer en la red. Tiene buena pinta. Ahí lo dejo

Decapitalismo

Decapitalismo

Me parece super buena la campaña sobre el consumismo de Ecologistas en Acción. No es para tomársela al pie de la letra, pero te hace reflexionar tanto a nivel social como personal. Y creo que es una educación muy sana. Desde luego que los hábitos de consumo, la economía, el medio ambiente y la sociedad van de la mano y creo que no somos tan conscientes de eso a la hora de la verdad.  Ya puse un vídeo hace tiempo en el blog y algunos contra-anuncios, y ahora he visto que han elaborado un libro que está disponible en la red. Copio un fragmento que me ha impresionado:

Cuando estaba en casa encendía el televisor y cambiaba
de canal cada cinco minutos.
Cuando se sentía solo buscaba compañía en el chat.
Cuando tenía sed se bebía un zumo en pack individual.
Cuando quería demostrar lo que valía, salía a dar un
paseo en su coche.
Cuando tenía un problema en el trabajo sólo lo hablaba
con su psicólogo.
Cuando quería ser solidario compraba un bono de ayuda
a una ONG.
Cuando quería participar en algo cogía su móvil y votaba
a su cantante favorito marcando el 6645.
Cuando estaba triste buscaba la tarjeta de crédito en
la cartera.
Cuando tenía frío nadie le arropaba.

Imagen y texto del libro Contrapublicidad - Consume hasta morir de Ecologistas en Acción

¿Dónde está orlando?

El viaje de vuelta

El viaje de vuelta

Hay viajes que hacemos solos para encontrarnos con nosotros mismos. Hay ciudades que hago mías instantáneamente. Ciudades que por algún motivo me acogen (o elijo) y me recuerdan a alguien, a una canción, a momentos pasados, incluso a mis sueños. Aquel día en Bolonia, como algunos otros en otros lugares, permanece en mi corazón y en mi memoria. La ciudad se hizo ambulante, fantasma, atemporal... un holograma habitado por mí, por mi hermano y por María Tornero... y el amor se elevó, como aquella paloma sobre Las Dos Torres ’gemelas’ en el atardecer de Bolonia. Y de ahí surgieron llanto y comprensión, soledad acompañada, el viaje de vuelta...

 

Foto: Agosto 2007, Bolonia (Italia)

La orilla del océano cósmico

“La superficie de la Tierra es la orilla del océano cósmico. Desde aquí aprendimos todo lo que sabemos. Recientemente hemos vadeado un poquito, nos hemos mojado hasta los tobillos… Y el agua parece invitarnos. Alguna parte de nosotros sabe que venimos de allí. Anhelamos regresar. Y podemos hacerlo, porque el cosmos está dentro de nosotros. Estamos hechos de estrellas. Somos una de las formas que tiene el cosmos para conocerse.” Carl Sagan

Gracias a Miguel por la cita y el vídeo.

Piedra Amarilla

Piedra Amarilla

... me está llamando...

 

Imagen

La provocación de lo diferente

Artículo publicado el lunes 5 Febrero 2007 en el blog sobre pensamiento social de Tendencias21

…Y la mamá cabra le dijo a sus cabritillos (baifitos, dirían en mi tierra): no les abráis la puerta a nadie, porque puede ser el lobo.

Según narra el cuento infantil, tal como estaba previsto, el lobo se presentó. La estrategia que montaron los pequeños, para confirmar que quien tocaba a la puerta era o no su madre, la basaron en dos datos relevantes: la voz de quien decía ser la mamá y el color de la piel del personaje.

Este cuento infantil, estimulador de la imaginación de los niños de mi generación, sigue hoy teniendo vigencia cultural. Nos sigue hablando de nosotros, de nuestra sociedad humana. La identidad de los desconocidos sigue viéndose como una amenaza. Buscamos la seguridad que nos da lo que se nos asemeja, aunque sea superficial el parecido. Lo diferente, lo extraño, lo anónimo, es sinónimo de peligro, de riesgo seguro. La diferencia nos pone en alerta y la reacción es la de parapetarnos.

Al diferente no nos acercamos. De lejos lo detectamos por sus maneras de comunicarse y por su peculiar color de piel. Así, el diferente será siempre un ser anónimo del que sólo tendremos referencias a partir de los tópicos que circulan de boca en boca y que como “fantasmas” ponen en guardia a las mentes infantiles. Esto nos lleva a no abrir la puerta a lo desconocido por miedo a los riesgos. De esta manera nos mantenemos obedientes al mandato de “la mamá”.

Cambiar la mirada

El desconocido se asemeja al arquetipo del lobo, del cual el cuento no define por sus cualidades. Al lobo lo anuncian los prejuicios. Sólo se sabe de él que no se parece a la mamá. Pero no se conoce su origen, ni su historia. Es una figura amenazante que no se sabe cómo surge. De pronto está ahí y se describe como peligroso. Es una figura que alimenta los miedos, las inseguridades, la inmadurez de nuestra especie.

Del diferente no sabemos su procedencia (marroquíes, sudamericanos, chinos, asiáticos…), cuál es su nombre, cuál es su origen, quiénes son sus padres, cuál es su pueblo, cuál es su historia, qué le trae por aquí. Manteniéndolo fuera de nuestro entorno, no nos cuestiona ninguno de los “seguros pilares” que sostienen “nuestra casa”.

La propia cultura nos dota de argumentos para justificar nuestras reservas. El desconocido es el salvaje y hay que marginarlo en las reservas: no guarda las formas de conducta establecidas, no conoce los códigos para relacionarse, no sabe las normas de funcionamiento de nuestra sociedad, no utiliza los mismos patrones, no acepta el orden jerárquico vigente. Irrumpe en nuestra cotidianidad y conmueve los cimientos que soportan nuestra vida previsible.

No es un cambio de cultura lo que se persigue en esta reflexión, es un cambio de mirada sobre el valor de lo que tenemos y el valor de lo que tienen los supuestamente diferentes. Porque:

- Fijamos patrones de identidad y hacemos fronteras
- Consensuamos normas y olvidamos que fueron negociadas para un determinado contexto
- Optamos por la bipolaridad y no reconocemos los matices que existen en medio de dos extremos
- Elegimos lo lineal y renunciamos a la capacidad de sentirnos envueltos por lo multidimensional
- Acatamos las formas y éstas se adueñan de nuestro movimiento, paralizándonos ante lo nuevo o lo desconocido
- Construimos fortalezas y creamos y renovamos las fuerzas de los supuestos enemigos
- Tomamos como referencia las experiencias del pasado y cerramos las puertas a las nuevas oportunidades del presente
- Planeamos el futuro a partir de lo que conocemos y perdemos de vista nuestra temporalidad

Autora: Alicia Montesdeoca

Citando...

Cita de Krishnamurti en Doctor en Alaska:

The heart becomes an object if the brain only works

 

Cita de Matrix en el blog Mil Años de Oración :

No trates de doblar la cuchara, dóblate tú

 

Cita de mi amiga Andrea chateando:

Engage your precious self in the current thinking

We have met the enemy...

We have met the enemy...

Pogo - Earth Day 1971 Poster (Walt Kelly)

ZOOROPA (U2)

 

Zooropa… Adelanto a través de la técnica
Zooropa… sé todo lo que puedas ser
Sé un ganador
Come para estar más delgado

Zooropa… un tipo de blanco azul
Zooropa… podría ser tuyo esta noche
Somos suaves y verdes
y muy limpios

Zooropa… mejorados por el diseño
Zooropa… vuela por cielos amigos
A través de la aplicación de la ciencia
Conseguimos ese círculo de confianza…

Y no tengo brújula
Y no tengo mapa
Y no tengo razones
Ninguna razón para volver

Y no tengo religión
Y no sé qué es cada cosa
Y no conozco el límite
El límite de lo que tenemos

Zooropa… no te preocupes nena, todo estará bien
Zooropa… tienes los zapatos correctos
Zooropa… para llevarte a través de la noche
Zooropa… hace frío afuera, pero hay una luz brillante

Zooropa… Evita el metro
Zooropa… Vamos sobre tierra!
Saca tu cabeza del barro, nena
Pon flores en el barro
Sobre la tierra

Sin nombre de lugar en particular
Sin ninguna canción en particular
Me he estado escondiendo
¿De qué me estoy escondiendo?

Zooropa… no te preocupes nena, todo estará bien
Zooropa… la inseguridad… puede ser la luz que te guía
Zooropa… escucho voces, voces ridículas
Zooropa… estoy en la estela
Zooropa… Vayamos, vayamos… a la superficie
Zooropa… Saca tu cabeza del barro, nena

Ella va a soñar
El mundo donde quiere vivir
Ella va a soñar en voz alta

Arigató por el origami

Arigató por el origami

Ayer llegó. No estaba seguro de qué hacer cuando lo vi... No me lo esperaba! Nada más cogerlo me miró fijamente, como aguardando mi respuesta. Tuve que abrirle un poco las alas y dejar que se recuperara después del largo viaje. Y pensar que había llegado hasta aquí volando, igual que yo, quizás en primera! A veces aunque hayas pagado turista te dan asientos de primera si hay overbooking. Va muy elegante, así que lo primero que hice fue ponerme la americana que me traje para dirigirle mis primeras palabras de bienvenida. No se lo esperaba! Le expliqué la situación y por su pose entendí que aceptaba quedarse conmigo todo este tiempo, y que había dado casi la vuelta al mundo para llegar hasta aquí. También le dije que echaba de menos los conciertos de promúsica, sobretodo el momento charla rápida con bocatín y cerveza o vino en la pausa en la cafetería, después de una jornada agotadora y desconectando absolutamente de todo por medio de las vibraciones de cientos de cuerdas, soplidos y golpes abrumadores...  la cena en el cumple de Karl, los cubatas y batidos juntos hablando de nuestros viejos y nuevos proyectos, de nuestras movidas socialmente aceptadas, de nuestras idas y venidas, de nuestras idas de olla, las risas con Ourobórica aquella noche en casa de Javi, que luego fue también mi casa! En fin, le dije: Gracias, María Luisa, ya tengo mascota! Y no cualquiera, una que viene de Japón y China, pasando por la ribera del Segura! Es una grulla de origami (papiroflexia japonesa), y se llama Kuki, claro... ; )

Subid el gonomolumen!

Esto no es un cuento

CAMPANAS POR LA GRIPE A from ALISH on Vimeo.

Os cuento un cuento?

Os cuento un cuento?

Aquí tenéis un cuento, para niños y para mayores, lo que prefiráis ser. Y además hay tres finales para elegir!

El cuento es del libro: "Cuentos para jugar" de Gianni Rodari

La cicatriz (Luis Rosales)

La cicatriz (Luis Rosales)



            A cada hombre le tendríamos que hablar en una lengua distinta,

            a cada amigo le tendríamos que habalar con una voz distinta

            para que nos pudiese comprender,

            pero la lengua personal es tan fiel a sí misma,

            tan incomunicable

            que las palabras son como ataúdes

            y sólo llevan de hombre a hombre

            su andamio agonizante,

            su remanente de silencio

            y su estertor,

                        como aquella mañana

            en que al sentarme en el autobús

            vi a mi lado a una antigua moneda romana,

            una medalla

            o una lápida

            que hablaba masticando las palabras:

            era una campesina ya embebida

            por la intemperie de la noche a tientas

            y de la vida a ciegas,

            que me miraba con un poco de luto en las pupilas

            como queriéndome abrigar,

            y yo no supe contestarle,

            y yo callaba junto a ella

            porque mi lengua personal es inventada

            literaria y enfática,

            y como no me sirve para hablar con un obrero o con un niño,

            y como no me puede dar la absolución,

            a veces tengo que ocultarla como se oculta el dinero en la cartera,

            a veces tengo que callar,

            como hice entonces,

            sintiendo de repente

            la incomunicación

            igual que el aletazo de un murciélago

            con su golpe de trapo,

            y su asco parcelado sobre el rostro

            donde el labio que calla va convirtiéndose en cicatriz.